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"Ya hay chicos de primaria que llevan drogas a la escuela"

Gabriela Richard es magister en prevención y tratamiento de conductas adictivas, y habló con El Interactivo  acerca de un negro panorama que no deja de crecer

Por Redacción

30 de abril, 2024 - 16:15

La sociedad ha cambiado de una manera muy veloz, y la cultura del consumo se ha instalado con mayor fuerza en los últimos tiempos. Esto hace que en las redes sociales aparezcan a la venta objetos y bienes que hasta hace poco tiempo era impensado ver en publicaciones libres.

Lo más grave es que, entre estos últimos ítems, se muestran drogas que impactan en forma directa en el cerebro de las personas, y por consiguiente en sus vínculos. 

Este último problema está relacionado cada vez más con lo que se ve en las escuelas. A este respecto se refirió Gabriela Richard, magister en prevención y trato de conductas adictivas, quien se prestó a dialogar con  El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por Facebook, YouTube y FM 91.7 de ciudadano.news),, por Ciudadano News.

"Creíamos que las escuelas estaban preservadas de este problema, pero no: es algo que atraviesa a todos los grupos sociales. La droga entró al colegio. Y ya no hablamos de la enseñanza media", comienza la profesional.

Gabriela Richard

Sucede que ya se ven casos en que los alumnos de primaria llevan alcohol, marihuana y hasta cocaína al colegio. Es parte del día a día, y responde a muchos factores: uno de ellos es el propio ambiente familiar, donde es natural que mamá, papá o un hermano consuman marihuana.

"De esta manera, los chicos no tienen percepción de riesgo, porque para ellos es algo habitual", comenta Richard, "aunque también se da el caso de que lo lleven como una manera de mostrar lo que les está pasando. Les resulta familiar en un sentido, pero por otro lado no los convence, los preocupa, los alarma, y hasta los estresa".

Este segundo punto es, de alguna forma, y según palabras de la profesional, es una manera de pedir ayuda a alguien que no es parte de la familia. "Es como decir 'me está pasando esto".

"En este sentido, en las escuelas de la ciudad de Córdoba, hablamos de lo lindo que es germinar una semilla, como para ir introduciendo el cuidado de la vida, y los chicos se acercaban a contar lo que sabían: cómo hacer crecer una plantita, cómo cuidarla, qué hacer con ella, hablábamos de cannabis, que en su entorno es algo normal".

 

El tercer motivo del que habla la magister tiene que ver con un interés comercial, porque llevarlo a la escuela y mostrarlo es como decir 'tengo algo que es piola, comprámelo'.

A veces los mismos adultos incluyen a los menores de edad en estas redes, para obtener un rédito económico. "Hay muchos ángulos para pensar este tema: saber cómo es que la droga se instaló de a poco en el ámbito escolar", aduce Gabriela Richard.

 

Narcomenudeo y escolaridad

Hablar de narcomenudeo es tocar un concepto normativo que implica un delito: "Lo que vemos en estos últimos años es que la noción de delitos está desdibujada, porque no hay un encuadre institucional claro que marque el límite".

La misma policía ya no da abasto, porque es imposible ir patio por patio para ver quiénes tienen cultivos en sus casas, y es ahí donde aparece el narcomenudeo. Los chicos viven inmersos en ese problema, y los grandes que los rodean no entienden cuál es la frontera".

La pregunta importante es cómo se corta esta cadena. "La primera medida, a modo de afrontar el problema, es la prevención, pero una prevención en forma aggiornada a los tiempos que vivimos. Es importante avanzar en nuevas estrategias que no sean 'previsiones de consumo responsable', que a la larga termina generando adictos a lo mismo.

Buscamos algo que ayude a que los chicos tengan una visión crítica, una actitud amorosa hacia ellos mismos y para con su entorno, para ver la diferencia de lo que implica consumir estas sustancias". Richard sostiene que esto último requiere presencia del Estado, con políticas públicas definidas y sostenidas en el tiempo. "Y eso requiere gente capacitada", agrega.

No hay tiempo que perder, apura la entrevistada. Ante Fernando García y Sebastián Peralta, conductores del envío, asegura que "esto es un problema serio y no hay que dejar que pase el tiempo. Toda práctica de consumo de sustancias psicoactivas actúan a nivel cerebral, en un punto de placer que genera la adición de volver a consumir.

Y es muy raro que una persona diga por sí misma que no lo va a volver a hacer. No alcanza eso, hace falta que la persona esté muy informada, muy contenida. Es importante focalizar el problema en el presente, y también en lo que viene", finaliza Gabriela Richard.